Solamente sé
que no puedo dejar de pensar en ti, que el tiempo que soporíferamente
lento se mecía antes en una humilde cuna,
se ha convertido en un glorioso y huracanado estruendo.
Sé que los
cristales roídos de esta habitación cada día se nublan más con el vapor de
nuestros cuerpos, pero también sé que estos esperan para hacerse añicos el día
en que te hayas marchado.
Porque estoy
convencida que te irás, que no me explico cómo te quiero tanto y tengo esa
seguridad de que partirás por esa puerta que ya no es mía y me dejaras sola
como una amapola fría.
"..que no me olvidaré del caminar de tus dedos por mis manos trazando la luna.." :)
ResponderEliminar