miércoles, 22 de abril de 2015

The devil


El demonio se acerca por mi derecha cómo puedo escapar de mi futuro cuando es tan claro, él me quiere, no hay ninguna duda, puedo ver su deseo como una columna de fuego en medio de la noche. Puedo reconocer su cara y su olor, puedo adivinar el contorno de su cuerpo en la oscuridad, está consiguiendo que lo desee tanto como él me desea a mi pero no seré yo quien dé el primer paso. Él sabe que es su turno y tiene que mover ficha.

Porque siempre jugamos no lo podemos evadir, viene tatuado en nuestra naturaleza, es nuestro momento antes de que el día llegue, todavía tenemos esta noche para sostenernos. Puedo ver como se prepara para venir, no importa que yo esté esperando, ya sabe que le esperaré hasta que consiga ser suya.

Sigo conteniendo la respiración en este silencio y aunque esté comenzando a perder la cabeza, sé que le necesito tanto como me necesito a mí misma. Pero él debe hacer el siguiente movimiento sino yo seré la rechazada, no importa hasta que altura llegué el deseo. Es su turno, y el mío de rezar para que esto no haya acabado, porque la duda de si podemos continuar con esto sigue cerniéndose sobre mí.

Solo necesito probar una vez más su roce divino y la fiebre que trae consigo, junto con esos escalofríos que siempre me hace sentir. Mientras pienso, me muevo, pero las voces de mi cabeza siguen gritándome que no. Él me necesita, yo le necesito, tal vez este camino es interminable y difícil pero debemos estar siempre juntos en el juego.

Miró al demonio una vez más deseando que se mueva, es el momento de que vuelva a bailar… Y sonrió cuando siento sus labios en mi cuello.


No hay comentarios:

Publicar un comentario